martes, 6 de octubre de 2015

El oro azul, el atún como principal fuente de riqueza

El Atún como fuente de riqueza:

El paso migratorio de los atunes por aguas del Estrecho de Gibraltar ha propiciado el desarrollo de la pesca y comercialización de esta especie desde tiempos remotos hasta nuestros días. La utilización de complicadas redes para la pesca del atún era ya conocida en la época de los fenicios y si bien han ido modificándose y perfeccionándose a través de los tiempos, eran muy parecidas a las que calan en nuestro litoral en la actualidad.
Punta del caimán Isla Cristina

Existe toda una historia de la utilización de este arte tradicional en Andalucía, que ha conocido a través de los tiempos épocas de gran auge, especialmente durante el dominio romano y en los casi seis siglos (siglo XIII – siglo XIX) que duró el monopolio de su explotación por la Casa Ducal de Medina Sidonia.
De la importancia de esta pesquería en los últimos tiempos da una idea la existencia, entre los años 1928 y 1970, del Consorcio Nacional Almadrabero, resultado de la unión de empresas almadraberas andaluzas, que construyó y gestionó poblados almadraberos en Sancti Petri, Tarifa y La Atunara, entre otros. En estos poblados vivía la población que trabajaba tanto en faenas de pesca como en actividades anexas, fundamentalmente en las fábricas de salazón y conservas de atún.
Este desarrollo se refiere fundamentalmente a la industrialización conservera (fundamentalmente conserva de atún aunque también de sardina) y se dio principalmente en las fábricas de Serafín Romeu y de Pérez y Feu de Isla Cristina de este último también en Ayamonte. El precio de la tecnología en el momento era algo desdeñable, si lo comparamos con los costes del canon o de la reposición de material de las almadrabas. En los años 1910 se redujo la mano de obra debido a la mecanización de los barcos almadraberos, con lo que bajaron los costes de producción. Teniendo en cuenta que los años de la Primera Guerra Mundial y la posguerra fueron años de un fuerte incremento de las exportaciones y en que los precios de la conserva de atún sufrieron fuertes subidas, la inversión en infraestructuras y la mejora de las instalaciones eran necesarias y convenientes.
Conservera Isleña


De las cuatro grandes empresas conserveras del golfo de Cádiz que acumulaban la práctica totalidad del sector nacional; Viuda de Zamorano, Serafín Romeu, José Ramón Curbera y Compañía Almadrabera Española, las dos primeras eran isleñas. Estas empresas constituían un claro ejemplo de concentración de la actividad, controlando todo el proceso desde la extracción. La capacidad media de producción diaria de las empresas almadrabero conserveras gaditanas, esto es, conservas de atún (por lo general en manos de empresarios procedentes de Isla Cristina o Ayamonte) sobrepasaba los 50.000 kg. Además de una cantidad análoga de salazón. En una sola campaña podían producir hasta 15.000 atunes (aproximadamente 1.200.000 kilogramos de conserva). Además, las colonias industriales propiedad de Viuda de Zamorano, Romeu y Cª contaban con escuelas, un pequeño hospital, economato, alojamientos,... toda una ciudad para albergar a veces a más de 600 trabajadores y sus familias en el Real de las almadrabas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios seran bienvenidos para mejorar o aportar vuestras ideas.